A través de la historia y hasta nuestros días, los mapas han sido un instrumento fundamental para guiarnos como especie. Lo mismo dibujados en antiguos pergaminos, trazados sobre enormes pliegos de papel o en la pantalla de un smartphone, los hemos utilizado para explorar nuevos territorios, encontrar nuevas rutas comerciales, tomar atajos y hasta para descubrir nuestra vocación en la vida. Todos necesitamos recorrer un camino y no hay mejor manera de hacerlo que con un mapa, ni forma más noble de aprovecharlo que reunir el conocimiento obtenido en cada viaje y heredarlo a quienes andarán después sus propios senderos.
Con esa mirada recorremos y percibimos un mundo que en ningún caso es por completo negro o blanco -nada en la vida lo es-. Por el contrario, existe una gama entera de grises que delinean el panorama con valles, accidentes, océanos, montañas, depresiones, picos y mucho más. Son esos matices los que construyen el mundo y a quienes lo habitamos. Aquí el gris no significa opacidad, mediocridad ni melancolía; el gris es diversidad, opciones, diferencias y hasta abundancia: de ideas, ámbitos, posturas y posibilidades.
Son estas nuestras premisas. Bienvenidos todos a este MAPA GRIS.
MANIFIESTO
